2009-03-13

Canal Street Jazz Band at the Café Populart

Financial crisis notwithstanding, night life in Madrid is as strong as ever. Watching the crowded surroundings of Huertas Street on Wednesday, you’d never say we are near “total chaos”. In the middle of this lively neighbourhood, you can find a small club called Café Populart, hosting live music, mostly jazz and blues, but also salsa or pop. For seven consecutive nights, our most veteran Spanish traditional jazz ensemble, the Canal Street Jazz Band, leaded by North American trombonist Jim Kashishian, has been delighting all kinds of public with their spicy mixture of NO jazz, Dixieland (how I hate the sometimes negative nuance using this word!) and swing music.


My short break from daily work and family duties was absolutely focused. I had been at several Canal Street Jazz Band (“la Canal”, as we usually call them) concerts before and knew what I was about to see: real HOT music. I bet no more than five persons could recognize “Margie”, “Black And Blue” or “Fidgety Feet”, but everybody there enjoyed the music and, each one in his own way, appreciated it.

Things started off with an opening ensemble statement of “Margie”, followed by three solo choruses by a young Russian trumpeter by the name of “Eugeni” who sat in for Pepe Núñez, who had gall bladder surgery recently (when, at the end of the first set I asked Jim who he was, I just got a “Oh, he’s Eugeni, a Russian trumpet player”). At the beginning of the concert, Eugeni was a bit rhythmically stiff, and it was clear there was a certain lack of rapport with the other musicians (a couple of times he started an additional solo chorus when it was not expected and received Kashishian’s surprised glance) but he got progressively better, much better, and showed a nice tone in the mid and high register (no excursions to the super-high register were needed), a clearly Armstrong-influence phrasing and good ideas and choice of notes. He played the lead in all the ensemble passages, except for the second strain of “Black And Blue”, when trombone played the melody and trumpet played countermelody.

“It’s A Sin To Tell A Lie”, starting with an intro by pianist/keyboardist Fernando Sobrino, was the second number, with Kashishian’s kind of staccato vocals and a plunger-muted trombone solo, followed by “Christopher Columbus”, that included a scat vocal chorus and a good solo by bassist Antonio Domínguez, and “Black And Blue”, introduced with vibrancy by Sobrino and containing a beautiful trombone solo with long sustained notes. The Fats Waller ride went on with “Ain’t Misbehavin’”, enriched by nice obbligati trumpet figures behind Kashishian’s vocals, and Strayhon’s “Take The A Train” preluded an uptempo rendition of Larry Shields’ and Nick La Rocca’s “Fidgety Feet”, which happened to be the last piece of the first set.


And this first set was the last set for me, as next day I had to wake up at six thirty in the morning, as usual. After a brief talk with Jim Kashishian while buying the two Canal Street CDs that I didn’t previously own, I was off to take a taxi and made my way home. In fact, a fifty-five minutes interlude of good live jazz was enough to lift my spirit for a while.

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A pesar de la crisis, la noche madrileña sigue tan viva como siempre. Las abarrotadas calles de los alrededores de Huertas no parecen presagiar el “caos total”. En medio de este vivaz vecindario, el Café Populart sigue programando música en directo, sobre todo blues y jazz, pero también salsa o pop. Nuestra más veterana banda de jazz tradicional, la Canal Street Jazz Band, liderada por el norteamericano Jim Kashishian, ha estado deleitando allí a todo tipo de público durante siete noches consecutivas, con su picante mezcla de jazz de Nueva Orleans, Dixieland (¡cómo odio el matriz negativo con el que se usa a veces este término!) y swing.


Mi breve receso del trabajo diario y de las obligaciones familiares tenía un objetivo claro. Ya había estado en varios conciertos de “la Canal” y sabía lo que iba a recibir: una descarga de auténtico hot jazz. Apuesto a que no más de cinco personas en la audiencia fueron capaces de reconocer “Margie”, “Black And Blue” or “Fidgety Feet”, pero estoy completamente seguro de que todo el mundo disfrutó de la música y, a su manera, supo apreciarla.

El concierto empezó con todo el grupo tocando el tema de “Margie”, seguido por un solo de tres chorus del joven trompetista ruso “Eugeni”, que sustituyó al habitual Pepe Núñez, al que han operado de la vesícula recientemente (cuando al final del primer pase le pregunté a Jim Kashishian por el nombre del trompetista, sólo me supo decir “Oh, es Eugeni, un trompetista ruso”). Al principio del concierto, se notaba a Eugeni un poco anquilosado rítmicamente y quedaba patente que no había mucha compenetración con los demás músicos (en sus solos, un par de veces empezó un nuevo chorus que no esperaba el resto del grupo y recibió la mirada sorprendida de Kashishian), pero mejoró progresivamente, y mucho. Tiene un timbre muy agradable en el registro medio y alto de la trompeta (nada de viajes estratosféricos al planeta de los sobreagudos), una clara influencia de Armstrong en el fraseo y buenas ideas y elección de notas. Tocó la melodía principal en casi todos los temas, salvo en el segundo chorus de “Black And Blue”, en el que el trombón tocó la melodía y la trompeta la contramelodía.


El segundo tema fue “It’s A Sin To Tell A Lie”, que empezó con una introducción a los teclados de Fernando Sobrino y continuó con Kashishian cantando con su peculiar staccato y haciendo un solo de trombón con sordina plunger. A continuación, “Christopher Columbus”, con un chorus de scat y un buen solo de contrabajo de Antonio Domínguez, y “Black And Blue”, con una vibrante introducción de piano y un magnífico solo de trombón con notas largas y sostenidas. El festival de Fats Waller siguió con “Ain’t Misbehavin’”, sazonado con bellas figuras en obbligato de la trompeta tras el vocalista y, para finalizar el primer pase, “Take The A Train” de Strayhorn y una versión a tiempo rápido de “Fidgety Feet” de Larry Shields y Nick La Rocca.

Y este primer pase fue también el último para mí, puesto que al día siguiente tenía que levantarme a las seis y media como de costumbre. Tras una breve charla con Jim Kashishian en la que aproveché para comprar los dos únicos discos de la Canal Street que no tenía, me fui a coger un taxi. Cincuenta y cinco minutos de buen jazz en directo fueron suficientes para subirme el ánimo.

4 comentarios:

  1. Chief,

    ¿Puede ser Evgeni Riechkalov, ucraniano?

    Tienes foto aquí.

    F

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  2. Con casi total seguridad, sí. Gracias, Fernando.

    Agustín Pérez

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  3. SI, EFECTIVAMENTE ES ESE EL TROMPETISTA. YA NO VOY A LOS CLUBES DONDE SE FUME,PERO HICE UNA EXCEPCION Y PASÉ A OIRLES PUES HACIA TIEMPO QUE NO LES VEIA, Y TUVE EL GUSTO DE CANTAR UN "ALL OF ME" CON ELLOS. FUE UNA NOCHE MUY AGRADABLE.SE DA LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL ULTIMO CONCIERTO DEL CLARINETISTA Y SAXO SOPRANO DE ESTE GRUPO, ROBERT BORDE, ANTES DE JUBILARSE, LO ORGANICE YO PARA UNA FIESTA DEL COLEGIO DE INGENIEROS DE TELECOMICACION EN MADRID. UN AFECTUOSO SALUDO
    JUAN JOSE GONZALEZ

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  4. Hola de nuevo, Juanjo. Gracias por la aclaración (lo siento, no había visto tu respuesta hasta ahora).

    Anoche estuve de nuevo en el Populart escuchando a la Canal (un placer, como siempre) y Eugeni sigue tocando con ellos, ahora mucho más acoplado al grupo. Me imagino que Núñez sigue recuperándose. Terminaron el segundo pase con una brillante versión de "I've Found A New Baby", pero lo mejor del concierto fueron los intercambios de compases entre Eugeni y Jim en temas ellingtonianos, utilizando ambos las técnicas "growl". Si Bubber Miley y Tricky Sam Nanton levantaran la cabeza...

    Un saludo,
    Agustín Pérez

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